Aquí no vienes a aprender a canalizar. Vienes a recordar que siempre has sido canal.
Este espacio es una formación viva, una escuela de sensibilidad, apertura y verdad.
Te acompaño a reconectar con lo invisible desde lo simple y lo real, con los pies en la tierra y sin misticismos forzados, para que puedas habitar tu canal sin miedo, con claridad y con dirección.
Canalizar no es sólo recibir mensajes
Es aprender a sostener tu energía, discernir tu verdad, y refinar tu percepción para ponerla al servicio de tu vida, de tu propósito y —si lo eliges— de los demás.
En esta formación, creas una relación íntima con lo sutil, con tu guía interna, y con lo que el mundo no ve… pero tú sí.
Porque cuando te abres como canal, te vuelves puente entre dimensiones, entre anhelos y realidad, entre visión y materia.